Solitude

*versión corregida del poema de 1999

Cada vez que llego con los brazos rotos
me recibes y envuelves mis pies en aire,
si mi voz cae al suelo no cae sola,
se oye la vieja melodía que baja
de tu caja musical a acompañarla.

Es un desfile tan aterrador y tan mustio,
es un desfile lleno de triste plenitud,
hay noches trémulas en que busco tus palabras,
hay noches en que solo encuentro tu espalda.

Me gustas cuando tomas las escrituras,
me gustas cuando me lees un viejo cuento
y yo gozo en mis rapaces adentros,
y yo inquebrantable y leal a ti.

Estás aquí y en todos lados,
en aquel niño incomprendido,
en aquellas calles desprolijas,
en la banal hondura del viento,
en el eco de las montañas.

Eres mi amada de cada día,
eres mi eyaculación espacial,
eres mi loco sueño eterno,
eres mi fiel amiga soledad.

Aunque no te busque te encuentro,
aunque me esconda te lamento,
siempre nocturna siempre temeraria,
siempre orgullosa siempre solitaria,

Y yo siempre leal a ti,
a pesar del orgullo abismal,
y yo siempre leal a ti
a pesar del desplante animal.

-Allan Oden Racoda-
La perspectiva del autor