*del poemario 20 poemas y una maldita canción
El espigado príncipe pensaba en su agotador "siempre",
el espigado príncipe olvidaba su real destino,
pensaba en los pardos desenfrenos y en las rosas del hastío,
ventilaba su senil inconciencia en su condensada mente.
El príncipe voló hacia el vacío,
el príncipe desafió su destino,
el príncipe precipitó su castigo.
Y si el príncipe despertara en tardes decadentes?
y si despertara por más que duerma plácidamente?
y olvide su arribo a la vertiginosa vida?
y olvide para siempre su ilusa travesía?
Quizá el feliz pordiosero le enseñe a sonreir,
quizá le regale el arcoiris de su alma,
Dejando detrás sus hábitos fugitivos,
así el príncipe recuperará su calma,
así el príncipe recuperará su sentir.
-mayo 17, 1999, 19:40PM-
La perspectiva del autor
lunes, octubre 13, 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario