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miércoles, agosto 09, 2006

Plutón



Hoy se levantó con los mismos pies. Miró a su alrededor con los mismos ojos. Tocó las puertas con las mismas manos. Percibió el aroma fúnebre con el mismo olfato. Camimó sonámbulo hasta el refrigerador. Tomó la jarra de sangría y la vació en una taza de porcelana y bebió mirando a su gato sobre la ventana. Se acercó al animal y lo acarició. Negro azabache, tuerto y con ligeras cicatrices. El gato negro le devolvió el gesto.
"Solo somos tú y yo, Plutón"-
Una mirada atormentada y cálida al mismo tiempo. Una frente amplia y una mente oscura y pendenciera. Preparó la comida para su amigo felino. Le sirvió un trozo de carne con hueso que encontró por ahí. El gato negro ronroneó de felicidad. El pedazo había sido destrozado. Estaba tostado. Eran cinco pedazos larguiruchos que se extendían de un todo y en uno de los pedazos había un objeto de metal ligeramente brilloso y circular. Pero Plutón no le prestó importancia y devoró gustoso el alimento.
"Solo somos tú y yo, Plutón"-
El seguía bebiendo su sangría ya fría y un poco insípida. Miró al gato ya no con los mismos ojos. Una voz le sugirió algo en sus pensamientos. Tomó al gato por el cuello. Lo arrojó dentro de la máquina trituradora de alimentos sin prestar atención a los alaridos del felino. Los órganos volaron por el cuarto y un líquido denso fue lo que quedó. Se lo sirvió en la misma taza de sangría y bebió hasta la última gota.
"Solo somos tú y yo, Plutón"-
Se sentó y contempló su obra. Estaba agotado pero satisfecho. Había consumado sus deseos. Observó atentamente el cuerpo desnudo. Los pies estaban fríos. Los cabellos arrancados. Los ojos pálidos y el rostro verde. El cuello cortado. Todavía goteaba algo de sangre. Repentinamente el lobo estepario fijó su mirada en un punto. Le faltaba una mano al cuerpo.
"Plutón!! ¡ Te comiste una mano de mi esposa Eleonor!!"-
-Oct. 1999-
La perspectiva del autor

lunes, marzo 20, 2006

Poem Divina Creación - Song Lyric

Y bien, supongo que espero unas palabras,
arrastrado a tus quimeras
por donde deambulan mis canallas
verdades, susceptibles al roce de tus manos,
mientras tú te escondes en la cueva de estaño

Ven, ven y denuncia tus intentos
en el encuentro casual de nuestro celo

Aunque fueses como las musas de Botero
o las flores del mal de Baudelaire,
estar contigo dignifica mis latidos
como el néctar de los abedules a la piel

Ven, ven y denuncia tus intentos
en el encuentro casual de nuestro celo

No había hablado pero ya me sentía atraído,
arrojabas luz de tu cuerpo como besos raídos,
ese primer encuentro crucificó mi ansias
y me volvió de golpe al purgatorio de tu estancia.

julio 2002
La perspectiva del autor

viernes, marzo 03, 2006

Noche en la Gran Silla




*Sentada en mi gran silla,
de gozo se estremecían sus piececitos tan finos*
su pecho se turbaba con cada roce claro de mis desnudas manos.
Sus piernas se trenzaban a mi tronco,
me apretujaban como una boa a su presa;
Sonrisa maliciosa.
Se reflejaba en mis lentes;Se torcía.
Indiscreto animal nocturno.
Los árboles se agolpaban alrededor, atrevidos.
Se contorneaba al unísono con la gran silla;
y rechinaba más, más.
Se partía.
Estaba tan desnuda, tan desnuda.
La luna la golpeó con un rayo.Extraña mezcla de colores nocturnos.
Me mostraba encantado con su ombligo,a menudo lo apuntalaba con mi lengua.
Y subía.
Y ella se balanceaba plácidamente.
Sentada en mi gran silla,buscaba terminar con su suplicio,mientras jugaba con su cabello.
Estaba tan desnuda...

-julio 10,2000/21:00- *fragmento de Primera Velada de Arthur Rimbaud
http://www.geocities.com/aimee_polankos/nocheenlagransilla.html
La perspectiva del autor

vínculo

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jueves, marzo 02, 2006

Cortometraje The End

la pantalla está oscura, a ciegas se oye la voz de un hombre joven
"Son las divulgaciones de lo opaco. Son llamaradas de polvo y depresión. Diariamente nos lanzamos al hoyo. Dejamos que el péndulo nos limite. Sobre nuestras conciencias. Nuestras tribulaciones. nuestras lujurias mentales. Todos somos caóticos. La extraña mezcla entre la búsqueda de lo real y el deseo consentido de la muerte. ¿hay algún animal afuera del bosque?"
en letras muy grandes y céntricas se lee:
THE END
Varias tomas d mendigos implorando, comiendo, el desdén de los peatones, los ruídos de las calles. Rostros extraños y familiares esquivando la cámara por vergüenza a sí mismos. mientras esto sucede se oyen unas palabras de fondo:
"Morimos en nuestras mentes. Lo hacemos constantemente. La lava derrite nuestras cortezas. Demencia. Una demencia cotidiana al abrazar al mundo. Al aceptar a quien está afuera. Al tomar su lugar. Al no regresar. ¿Volverás?¿Llegaré? repeticiones...Estamos otra vez en el punto de partida. Estamos de regreso al punto de partida."
Se oye de fondo The End de The Doors
Entre todos estos rostros sobresale una imagen, un close-up a sus botas, captando el sonido que emiten. El cabello le cubre ligeramente el rostro. Su mirada al suelo. Una "mujer tapada" en una esquina, llama su atención y se detiene ante ella. Ella le sonríe de vuelta. Se alejan de la mano.
LA PANTALLA A COLORES:
El joven hombre sentado fumando mientras bebe furtiva y nerviosamente de una botella; la cámara se acerca a la parte posterior de su cabeza mientras violentas y sucesivas imágenes se intercalan en su mente (B/W) de un infierno sexual. De un coito, de una felación, de una penetración. El hombre continúa bebiendo y fumando nerviosamente mientras todo esto recrudece en su cerebro.
La música se acelera. Una danza frenética. La mujer tapada desnhibida no muestra su rostro. Se oye un disparo. La música se vuelve lenta. La pantalla se torna oscura, a ciegas por tres segundos.
La pantalla se torna a colores lentamente al igual que la música retoma. El hombre joven apostado en labarandilla de la terraza de un edificio deseoso de escapar, deseoso de acabar con su vida. Lanza una última mirada a la ciudad nocturna. El hombre joven desaparece de escena. Toma de exteriores. Una máscara ensangrentada yace en el suelo junto a un arma, se termina la música.
FIN
Noviembre 29, 1999/ 18:00

Te pienso , te extraño, te siento, te quiero

del poemario Cuentos del bosque taciturno

Decir te pienso
Cuando el silencio no calla.
Decir te extraño
Si cada lágrima no alcanza.
Decir lo siento
Si mis caricias te asaltan.
Decir te quiero
Cuando las palabras no bastan.

Y pensarte no sirve
Si el pensarte no calla.
Y extrañarte no sirve
Si el extrañarte no acaba.
Y sentirte no sirve
Si sentirte no me aplaca.
Y quererte no alcanza
Si el quererte no basta.

Aunque no sirvan.
Aunque no basten.
Aunque no alcancen.
Aunque no acaben.

Te pienso
Te extraño
Te siento
Te quiero.

La perspectiva del autor