*de la publicación privada "Selección Poemaria"
He perdido mis alas.
Mi estancia aquí es inminente.
¡Oh Velamen acaricia y viste mi desnudez!
Permite que las ondinas me arrastren.
Busqué, busqué con sagacidad
pero el Graal me fue esquivo;
ahora solo espero a mi flor de Loto
y sus mil pétalos apocalípticos.
Ni el Fénix me salva de esta.
Prudencia acábame con tu guadaña,
soy esclavo de lo que callo
y callo todo cuanto soy.
Un rito. En mi Solima Solar montaré
un rito. Con la esmeralda
que robé a Luzbel.
Veo a hurtadillas.
Mis cansados ojos lince me traicionan
y mi fuego solar yace exhausto
en el jardín de la mandrágora.
Voluntad, otrora fuerza mística
que surcaba los bosques como flechas
se ha secado presa de la pestilencia.
Encadenado a las cosas
que no se pueden gritar
me consumo.
Tierra, consume mi cuerpo.
Aire, despide mis huesos.
Mar, ahoga mis pensamientos.
No merezco ni rozar
los muros de mi Solima;
me lancaré a las fauces del mar
abogaré por los peces.
Si la vida es el cielo regresaré,
y cual Fénix cruzaré el umbral;
habré dejado ahogándose detrás
todos mis gritos silenciosos en el mar.
-2002-
Análisis del poema a cargo de Aimeé
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